Alabanza a Dios por su bondad y su poder (Salmo 145) – Bosquejo Bíblico

Introducción

El rey David tenía una cualidad muy hermosa y digna de imitar, él vivía eternamente agradecido con Dios, constantemente levantaba la voz en salmos para alabar y exaltar el nombre de Dios. «Te exaltaré, mi Dios, mi Rey, y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.» (Salmo 145:1).

El conocía la grandeza de Dios, sabía de su poder y su fuerza: «Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; Y su grandeza es inescrutable. Generación a generación celebrará tus obras, Y anunciará tus poderosos hechos.» (Salmo 145:3-4).

Meditaba día y noche en su palabra, exaltando su gloria y sus grandes hechos: «En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, Y en tus hechos maravillosos meditaré. Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, Y yo publicaré tu grandeza.» (Salmo 145:5-6).

Aspectos esenciales de la alabanza a Dios (Salmo 145)

  1. Imitar la actitud de David, de exaltar a Dios y bendecir su nombre siempre. «Te exaltaré, mi Dios, mi Rey, y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.» (Salmo 145:1).
  2. Dios es grande y digno de alabanza, su grandeza misterioso e inalcanzable. «Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; y su grandeza es inescrutable.» (Salmo 145:3).
  3. El mundo entero canta de sus obras y anuncia sus poderosos hechos. «Generación a generación celebrará tus obras, y anunciará tus poderosos hechos.» (Salmo 145:4).
  4. Los hijos de Dios sarán a conocer la grandeza de su nombre. «y yo publicaré tu grandeza.» (Salmo 145:6).

Conclusión

Proclama la grandeza y la majestad de Dios, confesando que Dios es nuestro Rey y que su reino es eterno. Bendice su nombre eternamente. David toma una decisión de bendecir a Dios, haciendo doble énfasis, eternamente y para siempre. También nos muestra su confianza en Dios, que incluye una vida continuada de alabanza a Dios, anunciando sus hechos y glorificando su grandeza.