Introducción
El apóstol Pablo, en el capítulo 5 de su carta a los Efesios, les da una serie de recomendaciones directas a los hermanos, instándoles a que no tengan participación en los pecados, porque ellos ya nos son parte del mundo y tienen que comportarse como hijos de luz
Él comenzó este capítulo con una frase muy hermosa, sed pues imitadores de Dios: “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.” (Efesios 5:1).
Él les llama a ser diligentes en su manera de andar, como también en su manera de pensar, dando un buen testimonio. Y que nadie los engañe con palabras bonitas, más bien que estén despiertos siempre vigilando. Aprovechando bien el tiempo que Dios les dio.
Aspectos esenciales sobre nuestro tiempo en esta vida Efesios 5:15-16
- Estamos llamados a ser diligentes a diario, teniendo cuidado de cómo decidimos comportarnos. «Mirad, pues, con diligencia cómo andéis…» (Efesios 5:15a).
- Decidiendo siempre con sabiduría todo comportamiento. «…no como necios sino como sabios…» (Efesios 5:15b).
- Debemos recordar que nuestros días son cortos y que debemos aprovecharlos con sabiduría, haciendo el bien. «…aprovechando bien el tiempo, porque los días son malo.» (Efesios 5:16c).
Conclusión
Tenemos que ser conscientes de que nuestros días en este mundo son contados. «cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.» (Santiago 4:14)
Nuestros días son cortos y malos, así que aprovechemos nuestro tiempo, disfrutando nuestra comunión con Dios, en oración y alabanza a él, en armonía con todos nuestros hermanos, respetando los mandamientos y siendo responsables de nuestros actos, dejando de lado la insensatez y necedad y siendo diligentes.