Introducción
Fue un gran rey en su momento y un hombre muy sabio y justo, fue hijo del rey David y de Betsabé, Salomón fue ungido como soberano de los hebreos e instruido acerca de sus obligaciones por su padre, e inició un reinado caracterizado por un largo período de paz y unas buenas relaciones con los pueblos vecinos, durante el cual el país experimentó un gran desarrollo económico y cultural.
Pero hacia el final de su vida, la elevada presión fiscal y sobre todo la proliferación de cultos a divinidades foráneas (Astarté, Camos, Milcom o Moloc), introducidos por las numerosas mujeres extranjeras del monarca, dieron inicio a su decadencia, su desproporcionada debilidad por las mujeres a su edad avanzada, lo convirtió en una persona promiscua.
Él no se contentó con tener una esposa, sino que quiso tener muchas más y no sólo del pueblo judío, sino también de naciones vecinas, a pesar de estar prohibidas.
Aspectos esenciales sobre la decadencia del rey Salomón 1 Reyes 11:1-8
- Salomón amó amuchas mujeres extranjeras y se dejó influencia por el culto a sus dioses. «No entraréis a ellas, ni ellas entrarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas pues se juntó Salomón con amor.» (1 Reyes 11:2).
- Salomón desvió su corazón hacía la idolatría. «Y ya que Salomón era viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos.» (1 Reyes 11:4).
- Dios vio que el corazón de Salomón no era como el de su padre David «y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.» (1 Reyes 11:4).
Conclusión
Salomón no hizo caso la advertencia que Dios les hizo al pueblo de Israel. Dios les había advertido que estaba prohibido que se unan a mujeres de otras naciones, ya que, por culpa de ellas, sus corazones se desviarían tras otros dioses.
Somos necios, actuamos como Salomón y no hacemos caso las advertencias que Dios nos hace, Él nos protege y quiere lo mejor para nosotros, pero no nosotros dudamos de su palabra y vamos tras lo prohibido, vamos tras el pecado, sabiendo que nos hará daño, pero ahí estamos disfrutando de lo malo.
La biblia nos dice que fuimos limpios en Dios y que somos nuevas criaturas, entonces como podemos volver a la inmundicia del pecado. Debemos levantar nuestra voz en oración y pedir a Dios que nos de fortaleza en las tentaciones, que nos ayude a ser obedientes para poder hacer su voluntad.