Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo (Hechos 16:31) – Bosquejo Bíblico

Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo (Hechos 16:31) – Bosquejo Bíblico

“Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.” (Hechos 16:31)

Introducción

La buena nueva de la salvación, es sin lugar a duda, la información más importante y agradable que toda persona debe de saber, es gratuita y fácil de alcanzar, basta con que confesemos que Jesús es nuestro salvador y automáticamente somos redimidos y aceptados como hijos delante de Dios.

Este versículo es parte de una historia, la historia de Pablo y Silas cuando fueron encarcelados, en Filipos. En los versículos anteriores, leemos que Pablo y Silas entonaban canticos, cuando de repente sobrevino un terremoto y al instante se abrieron todas las puertas de la cárcel y las cadenas de todos se soltaron.

Y cuando el carcelero se percató de ello, quiso suicidarse, pensando que todos los presos habían escapado, pero no era así, entonces Pablo le dijo; que todos estaban ahí. Entonces temblando se precipitó a ellos y les pregunto: “… ¿qué debo hacer para ser salvo? (Hechos 16:30b)

La respuesta a esa pregunta es tan sencilla y directa, Pablo y Silas respondieron: “Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.” (Hechos 16:31)

Aspectos esenciales sobre el tema cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo (2 Corintios 5:7)

  1. Debemos de creer en Jesucristo, aceptar su obra redentora. «Cree en el Señor Jesucristo…» (Hechos 16:31a).
  2. Automáticamente después de creer en Jesucristo vendrá la salvación a nuestras vidas «…y serás salvo…» (Hechos 16:31b).
  3. Una vez alcanzada la salvación seremos conductos para que las personas que están con nosotros, también puedan alcanzarlas. «…tú y tu casa.» (Hechos 16:31c).

Conclusión

Basta con creer en Jesucristo para alcanzar la salvación, librarnos de la condenación eterna y ser presentados delante de Dios, justificados y sin mancha.

Después de ser salvados por Jesús, seremos como una luz, dando testimonio en nuestras vidas de las maravillas de la vida cristiana, seremos guías de nuestra familia llevándolos a los pies de Jesús. Alcanzando así la salvación yo y mi casa