Introducción
Una vez más encontramos al apóstol Pablo, exhortando a los hermanos cristianos, esta vez a los que viven en Tesalónica. Pablo con amables ruegos les pide que abunden en caridad y reconocimiento con los hermanos que los precedieron en la obra y que se dedicaron a tiempo completo al Señor.
También les pide que se alienten en amor los unos a los otros, sobre todo a los más débiles y desanimados, y que por ningún motivo paguen mal por mal, por el contrario, estén siempre alegres.
El continúa su charla pidiéndoles que oren sin cesar y que den gracias a Dios en todo momento poque esta es la voluntad de Dios; «Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.» (1 Tesalonicenses 5:17-18).
Aspectos esenciales sobre el agradecimiento a Dios (1 Tesalonicenses 5:18)
- Orar en todo momento y lugar, porque Dios escucha nuestras plegarias. Él está presto para oír nuestras peticiones. «Orad sin cesar…» (1 Tesalonicenses 5:17).
- Agradar a Dios en todo momento debe ser una práctica común en nosotros «Dad gracias en todo.» (1 Tesalonicenses 5:18). Debemos tener un espíritu de agradamiento hacia Dios por todo lo que el nos da.
- La voluntad de Dios debe de ser nuestra guía en el camino. «porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.» (1 Tesalonicenses 5:18).
Conclusión
Debemos ser agradecidos a Dios, en todo momento y por todas las cosas que recibimos. Esa es la voluntad de Dios. Por estar vivos, por tener buena salud, por nuestra familia, por nuestros padres; y así, existe una lista interminable de cosas, por las que debemos estar agradecidos con Dios.
Todo lo que nos pasa, sean cosas buenas o malas, son gracias a Dios, por eso debemos agradecer en todo momento, por las cosas buenas y también por las cosas malas, ellas tienen un propósito en nuestras vidas.