De perseguidor de cristianos a hijo de Dios (Hechos 9:1-19) – Bosquejo Bíblico

Introducción

Saulo de tarso, era un perseguidor implacable de los primeros cristianos, un hebreo fanático, un líder religioso, su vida precristiana se caracterizó por el orgullo y el celo ostentoso por la Ley. Giuseppe Barbaglio, teólogo italiano señala que los Hechos hacen aparecer a Pablo, no como el perseguidor sino como la persecución personificada.

En hechos vemos que Saulo, con el coraje encima y disparando amenazas contra los discípulos de Jesús, llegó donde el sumo sacerdote, para solicitar órdenes para visitar algunas sinagogas de la ciudad de Damasco.

El pretendía visitar esas sinagogas, y buscar a algunos seguidores de Cristo, ya sean hombres o mujeres, y llevarlos presos a Jerusalén. Más dice la Biblia que yendo por el camino, aconteció que, al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y le dijo Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

Aspectos esenciales sobre la conversión de Saulo de Tarso Hechos 9:1-19

  1. Saulo era un devoto de la ley judía, y esto fue lo que provocó su tremendo odio contra Jesucristo y la iglesia primitiva. «Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote.» (Hechos 9:1).
  2. Saulo tuvo un encuentro con Dios. «Mas yendo por el camino, aconteció que, al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo.» (Hechos 9:3).
  3. Saulo desconcertado cayo al piso y escuchó la voz de Dios preguntándole. «…Saulo, ¿por qué me persigues?.» (Hechos 9:4)
  4. Saulo después de su encuentro con Dios, toma una actitud de temor, obediencia y sumisión. «Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.» (Hechos 9:6)

Conclusión

Después de su encuentro con Dios, Saulo conoció la verdad, el amor de Dios cambió su corazón, reoriento sus intenciones.

Saulo paso de ser un incansable perseguidor de los seguidores de Dios, a ser parte de su cuerpo, de perseguidor a perseguido.

Toda la vehemencia y la energía que tenía, ahora era para Dios. Dios lo convirtió en su instrumento para realizar su obra, de llevar el evangelio a todas las naciones. Saulo, conoció de cerca a Dios, y nunca más fue el mismo.