Introducción
Muchas personas intentaron seguir a Jesús, el tiempo que duró su ministerio, donde estuvo predicando las buenas nuevas, pero la mayoría se desanimaba, claudicaba en su propósito y daba media vuelta, al escuchar las palabras que Jesús les decía.
Seguir los caminos de Cristo, consideraba, una vida austera, un camino muy difícil y llenó de penurias, pero también una vida llena de recompensas espirituales y futuras.
Cuando decidimos seguir a Cristo, las cosas se pueden complicar un poco, nos damos cuenta de que tenemos que abandonar muchas cosas para poder seguirlo. Ahí es cuando ser cristiano “empieza a tener un costo”. «…la puerta que lleva a la verdadera vida es muy angosta, el camino muy duro y sólo unos pocos lo encuentran.» (Mateo 7:14).
Aspectos esenciales sobre el costo de seguir a Cristo Lucas 9:57-62
- Seguir a Cristo es renunciar a todo, incluso a nuestras comodidades. «…más el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.» (Lucas 9:58).
- Cristo significa vida nueva, renacimiento. «Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios.» (Lucas 9:60).
- Mirar hacia adelante, es dejar el pasado atrás. «Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.» (Lucas 9:62).
Conclusión
Cuando decides seguir a Jesús, renuncias a tu vida, renuncias a tus deseos, a tus metas, te entregas completamente a él.
Seguir a Jesús significa amar a Cristo sobre todas las cosas, negarse a uno mismo, permanecer en su palabra, estar dispuesto a hacer su voluntad, renunciar a nuestras posesiones, amar a nuestro prójimo y bendecir y alabar a Dios por siempre. Tomemos nuestra cruz y sigamos a Cristo.