Introducción
El apóstol Pablo fiel a su carácter amoroso y paterno, insta a los hermanos de la iglesia de Roma a sentirse seguros en los caminos del Señor, él les llama a mantener la calma y a depositar su confianza en Dios a pesar de sus problemas. Pablo les dice que ellos fueron ya justificados delante de Dios por el sacrificio que hizo Cristo.
Y no sólo justificados por la fe, sino que también tienen acceso a la gracia de Dios, gracia, que les ayuda a mantenerse firmes en las tribulaciones y a tener confianza en sus promesas.
Pero Pablo no sólo les recuerdas que todos fuimos justificados delante de Dios y que también tenemos acceso ilimitado a su gracia, él hace énfasis en el hecho de que esa justificación que alcanzamos delante de Dios a través del sacrificio de Jesús es inmerecida y nada ganada.
Aspectos esenciales sobre la justificación Romanos 5:6-8
- Cristo murió por todos impíos. «Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.» (Romanos 5:6).
- Talvez alguien pudiera morir por un bueno. «…con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.» (Efesios 5:15).
- Dios nos amó y envió a su hijo a la cruz a pesar de ser pecadores. «Más Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.» (Efesios 5:16).
Conclusión
Fuimos justificados ante Dios por el sacrificio en la cruz que hizo su hijo Jesús y a través de ese sacrificio y sólo así accedimos a la gracia de Dios y no por nuestras obras o porque lo merecíamos, sino sólo por amor.
Dios nos amó a pesar de nuestros pecados, él no miro las intenciones de nuestros corazones, él nos miro a través de su amor.
Ahora tenemos paz con Dios por medio de nuestro señor Jesús y tenemos esperanza en la gloria de Dios y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.