(1714-1770) El campeón de la predicación de campo en Inglaterra y Estados Unidos instó a John Wesley a ir al campo a predicar. Fue elocuente y poderoso como predicador. Sus sermones pusieron de rodillas a las multitudes. Un informe cuenta cómo los oyentes lloraban y gemían y se volvían a Cristo. La gente se reunía en multitudes de 20.000 personas para escucharlo predicar, y parece haber sido el rival de Wesley en resistencia. Sin embargo, no podía igualar la capacidad organizativa de Wesley, porque después de haber atraído a una multitud, no tenía una «familia» cristiana de apoyo con la que sus seguidores se unieran. Debido a sus ideas sobre la elección, él y sus metodistas calvinistas se separaron del grupo de Wesley, pero él y Wesley siguieron siendo amigos de por vida.