Hijos de Dios (Gálatas 3:26-4:7) – Estudio Bíblico

La membresía en la familia de Dios tiene sus privilegios.

MIEMBROS DE LA FAMILIA DE DIOS

Cuando Jesús enseñó a Sus discípulos a orar, comenzó Su oración modelo con las palabras “Padre nuestro que estás en los cielos”. Dios quiere que lo veamos como nuestro Padre bueno y amoroso.

ILUSTRACIÓN: A veces los padres hacen una lista de reglas para sus hijos. [Muestre una lista de reglas] Imagínese si un padre pusiera esta lista de reglas en el refrigerador y dijera: “Si no sigues estas reglas, perderás tu membresía en mi familia”. Mucha gente piensa que Dios es así. Creen que tienen que ganarse el amor de Dios siguiendo Sus reglas.

[Explicar el contexto de Gálatas]

Nos convertimos en miembros de la familia de Dios por gracia a través de la fe en Jesucristo.

[Lea el texto]

Por la fe en Jesucristo:

• Ya no somos ESCLAVOS.

• Ahora somos HIJOS.

Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús (3:26).

LA MEMBRESÍA TIENE SUS PRIVILEGIOS

ILUSTRACIÓN: ¿Alguien sabe qué empresa tiene el slogan “La membresía tiene sus privilegios”? Respuesta: American Express.

¿Cuáles son los privilegios de los hijos de Dios?

Cuatro grandes privilegios de ser hijo de Dios:

1. Somos IGUALES ante Dios.

Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús (3:28).

Somos “todos” miembros de una sola familia (cf. v. 26). Las distinciones raciales, sociales y de género no nos hacen mejores o peores en la familia de Dios.

ILUSTRACIÓN: “¿Por qué no puedes ser más como tu hermano?” Dios no tiene un hijo favorito.

Debemos tratarnos unos a otros como familia (1 Timoteo 5:1-2). «La sangre es más espesa que el agua.» (Las relaciones familiares son más importantes que las amistades.) Hemos sido hechos una sola familia por medio de la sangre de Cristo. “Hagamos bien a todos, especialmente a los de la familia de los creyentes” (Gálatas 6:10).

2. Somos ADOPTADOS por Dios.

Pero cuando llegó la plenitud del tiempo, Dios puso a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la plenitud de los derechos [adopción] de hijos (4:4-5).

[Explique los vv. 1-3]

Jesús es (1) divino («su Hijo»), (2) humano («nacido de mujer») y (3) judío («nacido bajo la ley»).

Hemos sido (1) redimidos («para redimir a los que están bajo la ley») y (2) adoptados («para que podamos recibir todos los derechos de hijos»). “Así que ya no eres esclavo, sino hijo” (v. 7).

Personajes famosos que han sido adoptados: Dave Thomas, Steve Jobs, Bill Clinton, Moses, Jesus.

La adopción es un acto de la gracia de Dios.

ILUSTRACIÓN: La adopción de Michael Oher: “Bendito”. No debemos dar por sentada la bendición de la adopción.

3. Somos HEREDEROS de Dios.

Si sois de Cristo, entonces sois linaje de Abraham, y herederos según la promesa (3:29).

Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y siendo hijo, Dios también te ha hecho heredero (4:7).

En el primer siglo, la herencia pasó a los hijos. Es por eso que tanto los hombres como las mujeres son llamados “hijos de Dios”.

Ahora disfrutamos lo que se le prometió a Abraham: “Todas las naciones serán bendecidas en ti” (3:8). Hemos sido bendecidos (justificados) por medio de la fe en la “Simiente” de Abraham (3:16). Tanto el hombre como la mujer son “herederos… del don de la gracia de la vida” (1 Pedro 3:7).

Pero nuestra herencia incluye más que la justificación. “Si somos hijos, entonces somos herederos: herederos de Dios y coherederos con Cristo” (Romanos 8:17). Cristo es “su heredero de todas las cosas” (Hebreos 1:2).

ILUSTRACIÓN: Es posible que haya visto una calcomanía en el parachoques de un Cadillac que dice: “Estoy gastando la herencia de mis hijos”. ¡Eso no es lo que Dios dice! Nuestra herencia “nunca perecerá, estropeará ni marchitará” y está “guardada en los cielos para [nosotros]” (1 Pedro 1:4).

4. Somos AMADOS por Dios.

Por cuanto sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el Espíritu que clama: “Abba, Padre” (4,6).

“Abba” es arameo y significa “Padre”. Algunos lo ven como un término cariñoso, como “papá”.

Recuerda quién es Dios. “Jehová vuestro Dios es fuego consumidor” (Deuteronomio 4:24). “Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo” (Hebreos 10:31). Los judíos ni siquiera decían el nombre de Dios. Pero Dios dice: “Llámame papá”.

ILUSTRACIÓN: A veces, un niño adoptado se pregunta si sus padres realmente lo aman. No tenemos que preguntarnos si Dios nos ama. “¡Cuán grande es el amor que el Padre nos ha dado, para que seamos llamados hijos de Dios!” (1 Juan 3:1). No necesitamos vivir con miedo.

HIJOS OBEDIENTES

La clave de la obediencia: el AMOR lleva a la obediencia.

ILUSTRACIÓN: Si no hay relación entre un padre y su hijo, probablemente habrá rebelión. “Padres, no exasperéis a vuestros hijos” (Efesios 6:4).

¿Vivirás en desobediencia a Aquel que te redimió y adoptó?