“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:6)
Introducción
Como de costumbre Jesús estaba hablando con sus discípulos, pero esta vez la conversación era muy diferente, les decía que era necesario que él se vaya, lo cual causó cierta confusión y desesperación en sus discípulos: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.” (Juan 14:6:1).
Era necesario que Jesús vaya a la casa de su padre a preparar una morada, pero también regresaría para para llevarlos con él.
En medio de esa charla difícil, Jesús le dijo y ustedes saben dónde voy y por donde es el camino, más uno de ellos respondió: “… Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?.” (Juan 14:5).
Lo primero que Jesús dice es «Yo soy el camino».
Aspectos esenciales sobre Jesús es el único camino al Padre (Juan 14:6)
- Jesús es el medio, es la puerta de entrada. En Jesucristo está revelada la verdad, él es la verdad. En Jesús encontramos la vida, tanto en esta vida como para la eternidad. «Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida…» (Juan 14:6a).
- Solamente a través de Jesús podemos llegar la Padre, a través de su muerte y resurrección fuimos justificados y presentados sin mancha delante de Dios. «… nadie viene al Padre, sino por mí.» (Juan 14:6b).
Conclusión
Jesucristo es el camino, él nos conduce hasta Dios Padre. Nuestra morada aquí en la tierra es corta, efímera. Pero la morada en la casa del Padre es eterna y debemos decidir mientras estamos vivos si queremos pasar la eternidad con él o no.
Jesús es la provisión de Dios para que moremos con él por la eternidad. Solo Jesús estuvo dispuesto a morir por nuestros pecados. Él ha declarado: «El Padre y yo somos uno» (Juan 10:30). Solo en Jesús obtenemos el perdón que necesitamos y la paz con Dios.