La desobediencia del hombre a las órdenes de Dios (Génesis 3:9-13) – Bosquejo Bíblico

Introducción

La biblia dice que Dios creo al hombre con un propositito divino. Dios creó al hombre y lo creó para su gloria, «todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.» (Isaías 43:7). Por lo tanto, el propósito fundamental del hombre según la biblia, es simplemente glorificar a Dios.

Después de crear al hombre, le dio potestad para que señoreé sobre toda la creación, y también lo puso en el huerto del Edén para que lo labrara y lo cuidara. «Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.» (Génesis 2:15).

Pero también, Dios le dio al hombre una orden, le dijo que estaba terminantemente prohíbo acercarse y probar el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque morirían. «Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.» (Génesis 2:16-17).

Pero por alguna razón el hombre desobedeció las ordenes que Dios le dio.

Aspectos esenciales sobre la desobediencia del hombre Génesis 3:9-13

  1. Dios sabes lo que nos convienes, él nos da órdenes y nos pone prohibiciones por nuestro bien. «Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás…» Génesis 2:16-17).
  2. Dios esta preocupado por nosotros en todo momento, siempre esta preguntándonos. ¿Dónde estamos?. «Más Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?.» (Génesis 3:9).
  3. El hombre empezó a tener conciencia del miedo, de su desnudes y se esconde de Dios. «Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.» (Génesis 3:10).
  4. Luego de cometer el pecado, obtiene conocimiento. «Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?.» (Génesis 3:11).

Conclusión

La desobediencia de Adán y Eva trajo como consecuencia la expulsado del huerto del edén. El pecado en nosotros trajo como consecuencia la ruptura de la comunión del hombre con Dios.

Dios les ordenó específicamente que no comieran de ese árbol, pero el hombre desobedeció, le dio la espalda y comió del fruto prohibido.

El ser humano después de haber sido creado, no tenía pecado, su naturaleza era pura y no tenía tendencia al mal, su corazón le pertenecía a Dios. Sin embargo, cuando desobedeció a Dios, él hombre pecó y como consecuencia murió. Dios le dio la libertad de escoger y el hombre decidió escoger la muerte.