La desobediencia del profeta Jonás (Jonás 2:1-3) – Bosquejo Bíblico

Introducción

Jonás era un fiel portador de la voz de Dios, constantemente Dios hablaba a través de él, pero un día decidido desobedecer las órdenes y huir, lo cual le trajo consecuencias. Cuenta la biblia, que Joana fue llamado para efectuar una misión muy semejante a la de otros profetas: él tenía que llamar al arrepentimiento a un pueblo que estaba madurando en la iniquidad. Pero a diferencia de los demás profetas, Jonás respondió intentando huir de su asignación.

Jonás desobedeció la comisión que Dios le dio de proclamar juicio contra la ciudad de Nínive, en lugar de cumplir con la orden, Jonás huyó, se embarcó en un barco, pero Dios sabiendo de sus planes, causó una tempestad e hizo que la suerte cayera sobre él para ser echado del barco.

El profeta fue echado del barco y tragado por un gran pez, donde pasó tres días y tres noches en, en su angustia oró a Dios glorificándolo y prometiéndole cumplir la comisión que él le había encomendado.

Aspectos esenciales sobre la oración de Jonás, Jonás 2:1-3

  1. Podemos pedir ayuda a Dios desde cualquier lugar. «Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez.» (Jonás 2:1).
  2. Dios esta presto al clamor de nuestra voz de ayuda, a pesar de nuestra equivocación. «y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; Desde el seno del Seol clamé, Y mi voz oíste.» (Jonás 2:2).
  3. Dios nos corrige, cuando desobedecemos su palabra. «Me echaste a lo profundo, en medio de los mares, Y me rodeó la corriente; Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.» (Jonás 2:3).

Conclusión

Dios quiere lo mejor para nosotros, él es como un padre para nosotros, cuando desobedecemos, nos reprende y nos muestra las consecuencias de nuestra desobediencia, pero por otro lado el nos ama y es fiel y justo para perdonar nuestras desobediencias.

Cuando nos acercamos a él, en oración y arrepentimiento; y clamamos su ayuda, el oye nuestro clamor y viene en nuestro rescate.