Dado que todo el mundo es esclavo, ya sea del pecado o de Dios, es mejor elegir la esclavitud que dé mejores resultados.
El problema: “¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley sino bajo la gracia? ¡De ninguna manera!» (v. 15; véase el v. 14). Si Dios nos ama ya sea que pequemos o no, ¿por qué no seguir pecando tanto como nos plazca?
Dios salva a las personas no por la ley (a través de las obras) sino por la gracia (a través de la fe).
¡Vivir “bajo la gracia” significa libertad para hacer no lo que queremos sino lo que debemos! Significa libertad para la obediencia, no una excusa para la desobediencia. El pecado sí importa.
ILUSTRACIÓN: Libertad no significa ausencia de reglas. Vivimos en un país libre, pero no soy libre de entrar en tu casa y llevarte tu televisor. Hay leyes en un país libre. La gente viene a vivir a Canadá porque ofrece una oportunidad para una mejor forma de vida (no por falta de leyes). Lo mismo es cierto acerca de vivir para Dios.
La Aclaración: “Lo digo en términos humanos porque sois débiles en vuestra naturaleza” (v. 19a). Pablo admite que la esclavitud es una ilustración imperfecta de la vida cristiana (Dios no es como el amo de la época de Pablo), pero la usa porque nos ayuda (que tenemos mentes “débiles”) a entender un principio básico: Dios es nuestro amo para a quien debemos compromiso total.
Como dice una Confesión de fe puritana: “La libertad que Cristo ha comprado para los creyentes bajo el evangelio consiste en que le rindan obediencia, no por temor servil, sino por un amor de niño y una mente dispuesta”.
El desafío: Deje que Dios, no el pecado, gobierne su vida. “Así como solías ofrecer los miembros de tu cuerpo en servidumbre a la impureza ya la maldad cada vez mayor, así ofrécelos ahora en servidumbre a la justicia que lleva a la santidad” (v. 19b).
Los cristianos, que ya no son esclavos del pecado, ya no deben vivir como esclavos del pecado.
La gran idea: Dado que todos son ESCLAVOS, ya sea del PECADO o de DIOS, es mejor elegir la esclavitud que dé mejores resultados.
Es una situación de uno u otro. O eres esclavo del pecado o esclavo de Dios. No hay término medio. La cuestión no era si nos inclinamos ante un maestro, sino ante qué maestro nos inclinaremos. No existe tal cosa como una vida sin compromiso.
I. La verdad sobre la libertad
A. Concepto erróneo #1: Mucha gente piensa que servirse a UNO MISMO es libertad.
B. La verdad es que la “libertad” de Dios es ESCLAVITUD al poder del pecado.
“¿No sabéis que cuando os ofrecéis a alguien para obedecerle como esclavos, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, ya seáis esclavos del pecado, que lleva a la muerte, o de la obediencia, que lleva a la justicia? ” (v. 16).
“De cierto os digo, todo el que peca es esclavo del pecado” (Juan 8:34).
C. Concepto erróneo #2: Mucha gente piensa que servir a DIOS es una pérdida de libertad.
D. La verdad es que la “esclavitud” a Dios es LIBERTAD del poder del pecado.
“Pero gracias sean dadas a Dios que, aunque antes eran esclavos del pecado, obedecieron de todo corazón la forma de enseñanza que les fue encomendada. Habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de la justicia” (vv. 17-18).
La segunda palabra de Romanos es doulos: “Pablo, siervo [esclavo] de Jesucristo” (1:1). Pero Pablo estaba feliz de ser un esclavo de Jesucristo.
La “justicia” es una conducta que agrada a Dios.
“La forma de enseñanza a la que fuiste encomendado” – Somos “encomendados” (entregados) a la enseñanza de Cristo como un esclavo es entregado a su amo. La enseñanza no nos pertenece; le pertenecemos.
“La forma de la enseñanza” – La enseñanza nos forma (moldea). No cambiamos el evangelio para adaptarlo a nuestra cultura; debemos ser cambiados por ella.
II. Las consecuencias de nuestra libertad
A. La esclavitud al pecado lleva a la VERGÜENZA.
“Cuando erais esclavos del pecado, estabais libres del control de la justicia. ¿Qué beneficio obtuviste en ese momento de las cosas de las que ahora te avergüenzas? (vv. 20-21a).
B. La esclavitud al pecado lleva a la MUERTE ETERNA.
“Esas cosas resultan en muerte” (v. 21b).
“Porque la paga del pecado es muerte” (v. 23a).
Muerte eterna: la separación eterna de Dios en el infierno que comienza después de la muerte.
C. La esclavitud a Dios lleva a la SANTIDAD.
“Pero ahora que habéis sido libertados del pecado y habéis llegado a ser esclavos de Dios, el beneficio que cosecháis es para la santidad” (v. 22a).
“Santidad” puede significar tanto el estado de santidad como el proceso de santificación (una vida cada vez más centrada en Dios y renunciando al mundo).
D. La esclavitud a Dios conduce a la VIDA ETERNA.
“Y el resultado es vida eterna” (v. 22b).
“Mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (v. 23b).
La muerte eterna es un “salario” ganado; la vida eterna es un “don” recibido.
La esclavitud de Cristo
“El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:28).
Cristo, en cierto sentido, se convirtió en nuestro esclavo. Él dio Su vida como “rescate” por nosotros para que pudiéramos ser libres. Ahora nos pide que le entreguemos nuestra vida.
Lo que Cristo ha hecho nos lleva a lo que debemos hacer: convertirnos en esclavos de la justicia.
La gente a menudo pregunta: «¿Qué tengo que hacer?». Lo que debemos preguntarnos es, “¿Qué puedo hacer?”
LA ESCLAVITUD ES LIBERTAD
Parte 3 de El Camino Invertido de Dios
Romanos 6:15-23
El problema: “¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley sino bajo la gracia? ¡De ninguna manera!» (v. 15; véase el v. 14). La libertad no significa la ausencia de reglas.
La Aclaración: “Lo digo en términos humanos porque sois débiles en vuestra naturaleza” (v. 19a). Pablo admite que la esclavitud es una ilustración imperfecta de la vida cristiana, pero la usa porque nos ayuda a entender un principio básico: Dios es nuestro amo a quien le debemos un compromiso total.
El desafío: Deje que Dios, no el pecado, gobierne su vida. “Así como solías ofrecer los miembros de tu cuerpo en servidumbre a la impureza ya la maldad cada vez mayor, así ofrécelos ahora en servidumbre a la justicia que lleva a la santidad” (v. 19b).
La gran idea: Dado que todos somos ____________, ya sea para ________ o para ________, es mejor elegir la esclavitud que dé los mejores resultados.
I. LA VERDAD SOBRE LA LIBERTAD
A. Concepto erróneo #1: Mucha gente piensa que servir a ______________ es libertad.
B. La verdad es que la “libertad” de Dios es _____________ al poder del pecado.
“¿No sabéis que cuando os ofrecéis a alguien para obedecerle como esclavos, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, ya seáis esclavos del pecado, que lleva a la muerte, o de la obediencia, que lleva a la justicia? ” (v. 16).
C. Concepto erróneo #2: Mucha gente piensa que servir a _________ es una pérdida de libertad.
D. La verdad es que la “esclavitud” a Dios es ____________ del poder del pecado.
“Pero gracias sean dadas a Dios que, aunque antes eran esclavos del pecado, obedecieron de todo corazón la forma de enseñanza que les fue encomendada. Habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de la justicia” (vv. 17-18).
II. LAS CONSECUENCIAS DE NUESTRA LIBERTAD
A. La esclavitud al pecado lleva a __________________.
“Cuando erais esclavos del pecado, estabais libres del control de la justicia. ¿Qué beneficio obtuviste en ese momento de las cosas de las que ahora te avergüenzas? (vv. 20-21a).
B. La esclavitud al pecado conduce a ________________________.
“Esas cosas resultan en muerte” (v. 21b). “Porque la paga del pecado es muerte” (v. 23a).
C. La esclavitud a Dios lleva a __________________.
“Pero ahora que habéis sido libertados del pecado y habéis llegado a ser esclavos de Dios, el beneficio que cosecháis es para la santidad” (v. 22a).
D. La esclavitud a Dios conduce a ________________________.
“Y el resultado es vida eterna” (v. 22b). “Mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (v. 23b).