La historia de la viuda y el profeta Eliseo (2 Reyes 4:1-7) – Bosquejo Bíblico

Introducción

La historia de “la viuda y el profeta Eliseo”, se narra en el capítulo 4 de 2 Reyes, en este relato, se dice que había una viuda que tenía una deuda que había heredado de su esposo muerto, lo que le causaba una gran preocupación y amargura en el alma, pues el acreedor quería cobrarse la deuda llevándose a dos de sus hijos para tenerlos por siervos.

Como la viuda no quería perder a sus dos hijos, clamó al profeta Eliseo por ayuda, diciéndole, tu siervo, que era mi marido, ha muerto y el profeta le dijo; declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: no tengo nada en casa, sólo una vasija de aceite y él le dijo: ve y préstate varias vasijas vacías de tus vecinos.

Aspectos esenciales sobre la historia del aceite de la viuda 2 Reyes 4:1-7

  1. Ella no busca al rey para pedirle ayuda, tampoco busca al acreedor para pedirle misericordia, ella busca al Profeta. «…clamó a Eliseo, diciendo…» (2 Reyes 4:1).
  2.  Aceptó en fe la palabra del profeta, sin cuestionar, ni dudar, simplemente hizo lo que él dijo. «Él le dijo: Ve y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas. Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos; y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte.» (2 Reyes 4:3-4).
  3. Dios está presto a solucionar nuestros problemas, sólo es necesario llevar nuestras peticiones delante de él. «…Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quede.» (2 Reyes 4:7).

Conclusión

Dios conoce nuestros problemas, él sabe exactamente lo que necesitamos y cuando lo necesitamos.

Podemos solucionar nuestros problemas, simplemente creyendo en fe en las palabras de Dios. La viuda creyó que Dios le ayudaría, y no sólo creyó, también actuó, hizo caso al pie de la letra cada indicación que él profeta le dio.

Al final Dios recompensará y bendecirá nuestra fe. Es necesario creer, para que Dios actúe en nosotros, tan sólo por creer en la palabra de Dios. Debemos confiar en Dios, cualquiera que sea nuestro problema, él nos ayudará a salir victorioso y bendecido de todas las pruebas que tengamos en nuestras vidas.