La sanidad del general sirio Naamán (2 Reyes 5:9-14) – Bosquejo Bíblico

Introducción

Naamán era un general sirio, un gran guerrero, por lo cual su señor, el rey, lo apreciaba mucho. Este hombre era muy valiente, pero sufría de lepra, una enfermedad muy contagiosa. Pero a través de la criada de su esposa se enteró de Eliseo, un varón de Dios y profeta de Israel. «Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra.» (2 Reyes 4:1).

Naamán, después de enterarse lo que dijo la criada, pidió permiso a su rey y se dirigió a la casa de Eliseo. «Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo.» (2 Reyes 5:9). Al enterase Eliseo le envió un mensaje diciendo: «…Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio.» (2 Reyes 5:10).

Aspectos esenciales sobre La sanidad del general sirio Naamán 2 Reyes 5:9-19

  1. Naamán cree en lo que dijo la criada y busca al profeta Eliseo. «Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo» (2 Reyes 5:9).
  2. Escucha las indicaciones del profeta, pero en su corazón hay sobervia y toma en poco las palabras del profeta. «Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra» (2 Reyes 5:10-11).
  3. Deja que su razón se nuble con la soberbia, el orgullo, la vanidad. «Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado.» (2 Reyes 5:12).
  4. Entra en razón y cree en las palabras del profeta. «El entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.» (2 Reyes 5:12).

Conclusión

Debemos confiar en Dios a pesar de que nuestra razón y la realidad diga lo contrario. Los caminos del señor son desconocidos. Debemos ser pacientes y humides, pues el señor nos dará todo lo que le pedimos, pero nos los dará a su debido tiempo y de la forma que él, vea por conveniente.

Así como Naamén, también nosotros debemos poner de nuestra parte, buscar a Dios, clamar a él y estar alerta en oración, para escuchar su voz y hacer su voluntad, a pesar de lo extraño que parezca, debemos hacer caso a todo lo que nos dice. Esa es la única manera que existe para recibir lo que le pedimos.