La señal del pacto (Génesis 9: 8-17) – Sermón Bíblico

El pacto es una clave para comprender lo que enseña el Antiguo Testamento sobre el carácter de nuestro Dios. En los tiempos del Antiguo Testamento, un pacto (heb. Brit) era un contrato formal, destinado a hacer un acuerdo legalmente vinculante. En los asuntos internacionales, un pacto es un tratado. En la vida de una nación, sirvió como constitución. En los negocios, un pacto era un contrato. En las relaciones personales fue un compromiso.

La mayoría de los pactos en la antigüedad eran acuerdos bipartitos. Es decir, cada persona o grupo involucrado especificó qué haría para llevar a cabo el acuerdo. Si una de las partes no cumplía, el acuerdo se rompía y la otra parte dejaba de estar obligada.

Pero mire el pacto de Dios con Noé. ¡Es pura promesa! Dios no puso condiciones. No hay «si». En cambio, Dios simplemente dijo: “Ahora me comprometo contigo y tus descendientes. Nunca más. Nunca más habrá un diluvio que destruya la tierra «. Cualquier cosa que la humanidad pueda hacer, Dios permanece comprometido con esta promesa hecha a Noé.

El texto nos dice que el arco iris debe servir como recordatorio a Dios de esta promesa específica del pacto. Pero el arcoíris significa algo más para nosotros. Más que un recordatorio de una promesa específica, el arco iris es un recordatorio del carácter de Dios y la naturaleza de nuestra relación con Él. El arco iris nos recuerda que Dios viene a nosotros con promesas, no con demandas; que Dios en gracia nos hace compromisos que no dependen de nuestro desempeño. Podemos fallarle a Dios, pero Dios nunca nos fallará.

Solo en Jesús entendemos plenamente. Solo en la promesa de Cristo de la vida eterna a todos los que confían en Él captamos la maravilla total de la gracia de Dios. Sin embargo, sentimos algo de eso aquí en Génesis. Y cada vez que vemos un arco iris, se nos recuerda. El Dios que prometió no volver a destruir toda la vida con un diluvio es el Dios de la promesa, el Dios de la gracia. Los compromisos que nos hace en Cristo son promesas que nunca fallarán.

Aplicación personal

La próxima vez que vea un arco iris, deje que le recuerde la asombrosa gracia de Dios.

Cita

“Dios no hizo al primer ser humano porque necesitaba compañía, sino porque quería a alguien a quien pudiera mostrar su generosidad. Dios no nos dijo que lo siguiéramos porque necesitaba nuestra ayuda, sino porque sabía que amarlo nos sanaría ”. Ireneo