Las dadivas de los hermanos y el cuidado de Dios (Filipenses 4:10-13) – Bosquejo Bíblico

Introducción

El apóstol Pablo se goza en el señor, por la ayuda y los cuidados que por fin tuvieron con él, los hermanos de la iglesia de Filipos.  El agradece ese espíritu de ayuda tan solicito que siempre han tenido, pero que todavía no habían tenido la oportunidad de demostrarlo.

Pero recalca que la mención que les hace, no lo dice porque el esta atravesando tribulación, sin embargo, les agradece por participar con él en su tribulación.

Pablo también menciona que está acostumbrado a estar bien en cualquier situación que se encuentre, ya sea, buena o mala, porque todo lo puede en Cristo que lo fortalece.

Aspectos esenciales de Filipenses 4:10-13

  1. Pablo esta agradecido con los hermanos de Filipos por la preocupación y la asistencia que recibió de ellos. «En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad.» (Filipenses 4:11).
  2. Pablo experimenta en muchas oportunidades la pobreza y la necesidad a lo largo de su ministerio. «No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.» (Filipenses 4:11).
  3. Pablo aprendió a vivir en cualquier circunstancia, sea buena o mala. «Sé vivir humildemente y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.» (Filipenses 4:12-13).

Conclusión

El aposto Pablo nos enseña, que el gozo y agradecimiento no debe estar en función a nuestras circunstancias, podemos estar en periodos de escasez o estar en periodos de abundancia, pero siempre debemos mantener la calma, el gozo y el agradecimiento a Dios.

Pablo nos dice que en momentos de escasez debemos gozarnos en Dios y aferrarnos a él, pues él nos ha prometido que nunca nos faltará nada. Él es nuestro sustento. Y en tiempos de abundancia, debemos agradecer a Dios, por suplir todas nuestras necesidades. «Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.» (Filipenses 4:19).