Recuerda a tu Creador (Eclesiastés 11:1-6) – Estudio Bíblico

Aceptar los riesgos; cosechar los beneficios.

NUNCA COSECHARÁS SI NUNCA SIEMBRAS

Varias veces en Eclesiastés, el Predicador afirma que la vida es impredecible. Nunca sabemos cuándo podría ocurrir una tragedia. Me acordé de este hecho el pasado domingo por la tarde cuando mi papá me llamó y me dijo que mi mamá y mi hermana habían tenido un accidente automovilístico. Afortunadamente, no resultaron heridos de gravedad. Pero a juzgar por la foto del auto muy dañado de mi hermana, el resultado podría haber sido mucho peor.

La vida es demasiado corta para “ir siempre a lo seguro”. En este pasaje, encontramos tres reglas para tomar riesgos.

1. Asumir riesgos CON AUDAZ pero CON SABIDURÍA.

Echa tu pan sobre las aguas, porque lo hallarás después de muchos días. Da una porción a siete, o incluso a ocho, porque no sabes qué desastre puede suceder en la tierra (vv. 1-2).

Cuando el Predicador dice: “Echa tu pan sobre las aguas”, probablemente se esté refiriendo al comercio marítimo. (Sin embargo, otros dicen que se refiere a dar a los pobres). Había riesgos involucrados en el comercio marítimo: naufragios (naufragios en el puerto de Halifax), piratería, deshonestidad, etc.

Se dice: «No pongas todos los huevos en la misma canasta». Así que el agricultor sabio no pondría todo su grano en un solo barco. En cambio, ponía su grano en siete u ocho barcos (v. 2). Se diversificaría.

Cuando las personas evalúan el riesgo, consideran la pérdida potencial, la probabilidad de pérdida y el beneficio potencial.

Esta semana celebraremos el Día del Recuerdo, un día para recordar a los hombres y mujeres que sacrificaron sus vidas sirviendo a su país en la batalla. Conocían la pérdida potencial (sus vidas), pero estaban dispuestos a correr el riesgo porque valoraban el beneficio potencial (libertad para su nación).

Podríamos pensar también en el riesgo de la reina Ester: “Si perezco, perezco” (Ester 4,14), y en los riesgos de Pablo y Bernabé: “Hombres que han arriesgado su vida por amor a nuestro Señor Jesucristo” (Hechos 15:26). Para Esther, Paul y Barnabas, tanto la pérdida potencial como los beneficios potenciales fueron grandes. La pérdida potencial era la muerte. El beneficio potencial para Ester fue la salvación de su pueblo. El beneficio potencial para Pablo y Bernabé fue la salvación de muchas personas.

Tomar riesgos por Cristo requiere:

(1) COMPROMISO “Echa tu pan sobre las aguas”.

(2) FE – “Porque lo hallarás”.

(3) PACIENCIA – “Después de muchos días”.

Hudson Taylor dijo una vez: “A menos que haya un elemento de riesgo en nuestras hazañas para Dios, no hay necesidad de fe”.

¿Qué riesgo te está mostrando Dios que debes tomar? Sea audaz, pero sabio. Piense en los beneficios potenciales, no solo en la pérdida potencial.

2. Asumir riesgos INMEDIATAMENTE.

El que mira el viento no sembrará, y el que mira las nubes no segará (v. 4).

A menudo se dice que vivimos en “tiempos inciertos”. ¿Pero no estamos siempre viviendo en tiempos inciertos? Cuatro veces en seis versos, el Predicador menciona la incertidumbre. Y muchas veces la incertidumbre conduce a la inactividad (pecados de omisión). A menudo somos como un agricultor que nunca siembra porque piensa que puede hacer viento y nunca cosecha porque piensa que puede llover.

Nunca habrá condiciones perfectas. Siempre habrá excusas disponibles. Wayne Gretzky dijo: “Siempre fallarás el 100 % de los tiros que no haces”. Los tontos excusan; los sabios se arrepientan.

3. Asumir riesgos EXPECTATIVAMENTE.

Por la mañana siembra tu semilla, y por la tarde no dejes reposar tu mano, porque no sabes cuál prosperará, si esto o aquello, o si ambas cosas serán igualmente buenas (v. 6).

Los que no lo intentan, nunca lo consiguen. Así que tome un riesgo sabio y audaz por Cristo. Tal vez se arriesgó en el pasado y fracasó, y ahora no quiere volver a intentarlo. A menudo se dice: «Si al principio no tienes éxito, inténtalo, inténtalo de nuevo». Diversificar. William Carey dijo: “Espera grandes cosas de Dios; intentar grandes cosas para Dios.”

HACER HENO MIENTRAS BRILLA EL SOL

Una vez más, la vida es corta. No sabemos cuánto tiempo tenemos en esta vida. Así que si Dios te está mostrando un riesgo que quiere que tomes, no lo postergues. Considere los siguientes versos. “El que da al pobre presta a Jehová, y él le pagará su obra” (Proverbios 19:17). “El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará” (2 Corintios 9:6). “Y no nos cansemos, pues, de hacer bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (Gálatas 6:9).

¿Qué puedes invertir?

• Su tiempo

• Tus TALENTOS

• Tu TESORO

Aceptar los RIESGOS; cosechar las recompensas.

No debemos hacer el bien solo para recibir recompensas, pero Dios promete que Él recompensará nuestro trabajo, de alguna manera, de alguna manera.

No te contengas por miedo; dar un paso adelante en la fe.