¿Cómo deberíamos tú y yo abordar la vida?
Tres verdades sobre la vida y la muerte:
1. La vida es fugaz.
Todo es vanidad (2:17)
“Vanidad” (hebel) = “vapor”.
“Vamos, vosotros que decís: ‘Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y pasaremos allí un año y comerciaremos y obtendremos ganancias’; sin embargo, no sabéis lo que os traerá el mañana. ¿Qué es tu vida? Porque sois niebla [vapor] que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece” (Santiago 4:13-15).
2. La muerte es SEGURA.
El sabio tiene los ojos en la cabeza, pero el necio anda en tinieblas. Y, sin embargo, percibí que a todos les sucede el mismo evento. … el sabio muere como el necio (2:14, 16b).
Aborrecí todo mi trabajo con que trabajo bajo el sol, viendo que debo dejarlo al hombre que vendrá después de mí, y ¿quién sabe si será sabio o necio? (2:18-19a).
“Y [Jesús] les contó una parábola, diciendo: ‘La tierra de un hombre rico producía abundantemente, y pensó para sí mismo: «¿Qué haré, porque no tengo dónde almacenar mis cosechas?» Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros y los edificaré más grandes, y allí guardaré todo mi grano y mis bienes. Y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; relájate, come, bebe, sé feliz”. Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta noche se requiere de ti tu alma, y las cosas que has preparado, ¿de quién serán? Así es el que hace para sí tesoro y no es rico para con Dios’” (Lucas 12:16-21).
3. La muerte no es el FIN.
¿Cómo debes abordar la vida?
• Disfruta tu vida.
No hay nada mejor para una persona que comer y beber y encontrar placer en su trabajo. Esto también, vi, es de la mano de Dios, porque aparte de él, ¿quién puede comer o quién puede disfrutar? (2:24-25).
• INVIERTE tu vida.
Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano (1 Corintios 15:58).